PATERNIDAD O MATERNIDAD NO PLANEADA

Si bien es cierto que ser padre (padre  o madre , claro) es una de las tareas más difíciles en la vida, quien decide asumir ese rol debe hacerlo con mucha responsabilidad. De hecho, debería saber en qué se está adentrando antes de pensar en escarpines y redecoración de ambientes... Algo es muy claro:no tener hijos también puede ser un acto de responsabilidad. Si una persona no está dispuesta a renunciar a un estilo de vida incompatible con el de un padre, está haciendo un bien. No se asuste y siga leyendo.

Tener hijos  es un comportamiento raro en las personas, ya que muy pocas personas piensan en el verdadero hecho. Traer un hijo al mundo es mucho más que eso: es traer un nuevo ser, es hacer de intermediario para que una persona tome un lugar y viva en este mundo. Cuando una pareja decide: -Bien, tengamos un hijo- ¿pensará en que el niño crecerá y será adolescente y adulto  algún día? El camino se hace al andar... pero ¿piensan si están dispuestos a andar? ¿Serán consientes de que ese ser puede nacer con algún tipo de enfermedad? No se trata de pesimismo, sino de pensar  si uno está dispuesto a realizar ciertos sacrificios.

Cuando las parejas de 35 años de edad, con hijos, se acercan a las más jóvenes y aconsejan que no tengan hijos para no perder su libertad: ¿No suena ridículo? ¿Acaso no sabían que criar seres humanos se trata de brindarles todo de sí? Yo creo que si una persona siente que deja de ser libre por ser padre, lo que realmente nos está transmitiendo, es que esa concepción no fue un acto de pura conciencia.

Quien disfruta de renunciar a sí para ser entregarse al niño, es el verdadero padre o la verdadera madre. Así lo considero, pero la realidad es que no hay una renuncia, sino un momento de culminación y comienzo. La actitud más sana no es totalmente una renuncia, sino una aceptación. Es la aceptación de la culminación de un modo de vivir y el nacimiento de otro. Nace el vivir para crecer ayudando a crecer. Se renuncia a lo viejo porque se acepta lo nuevo. Esto es importante.

Tanto en zonas urbanas como rurales, un embarazo no planeado causa grandes cambios en la vida de jóvenes y adolescentes, lo que ocasiona entre otras circunstancias, la deserción escolar, informó Benjamín Morales González.

El integrante del grupo de capacitación de la CODHEM, señaló que ante este panorama, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México imparte pláticas para salvaguardarlos de este riesgo y buscar que se conviertan en madres o padres a una edad adecuada.

Indicó que es en adolescentes de segundo y tercer grado de secundaria así como de bachillerato, donde se da esta deserción escolar por maternidad no planeada y destacó que son los propios jóvenes, quienes frecuentemente se acercan al personal de la CODHEM, para exponer su caso o pedir asesoría en este sentido.

Asimismo, indicó que para enfrentar un embarazo no planeado, lo primordial es mantener comunicación con los padres, y en caso de existir violencia intrafamiliar, se les canaliza al DIF estatal, municipal, o a instituciones donde puedan brindarles asesoría psicológica para que decidan qué hacer.

Como medida de prevención, añadió, se imparten pláticas a estudiantes en diversos puntos de la entidad, a través de las cuales se les menciona la importancia de la maternidad y paternidad responsable, como un estado pleno, y se les recuerda que tienen derechos y obligaciones al dar vida a un nuevo ser, además de informarles sobre las implicaciones de un embarazo a temprana edad.

Señaló que “hay niñas y niños que a la edad de nueve años ya pueden procrear vida, menores que se embarazan por una relación de noviazgo”, y dijo que se dan casos de niñas de sexto grado que tuvieron relaciones sexuales y se embarazaron.

El instructor adscrito a la subdirección de Capacitación y Formación en Derechos Humanos, aseguró que los adolescentes tienen derecho a la información sobre su sexualidad, basada en el conocimiento científico y ético, donde se les indiquen los métodos anticonceptivos que existen, el respeto, consentimiento y la protección a su persona, entre otros.

Agregó que un programa en las escuelas que ha ayudado a concientizar a los adolescentes sobre los riesgos de paternidad y maternidad a esa edad, son los bebés virtuales, pues de alguna manera se ponen a jugar con esta faceta y al hacerlo, experimentan lo que podría suceder en la vida real.